Cómo conservar tus naranjas para que duren más tiempo
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¿Te ha pasado alguna vez que compras un montón de naranjas porque parecen irresistibles, pero después de pocos días descubres que algunas empiezan a ponerse blandas o con manchitas raras? 😩 No te preocupes, no estás solo. Mantener las naranjas frescas durante más tiempo no es un misterio, solo necesitas saber un par de trucos sencillos (y sí, te los voy a contar todos). ¡Vamos a ello!
1. Escoge bien desde el principio
La mejor manera de conservar tus naranjas es empezar comprando naranjas de calidad. Parece obvio, ¿verdad? Pero escucha: si compras naranjas que ya están blandas o tienen manchas, esas serán las primeras en echarse a perder.
Busca naranjas firmes, sin cortes ni golpes visibles, y si tienen un aroma fresco y cítrico, ¡mejor que mejor! (Y si son naranjas directas del agricultor como las nuestras en NaturViu, ya ni te cuento 😉).
2. Guárdalas en un lugar fresco y seco
¿Dónde tienes tus naranjas ahora mismo? Si la respuesta es "en un frutero al lado de los plátanos", ¡mal! 🚨 Los plátanos (y otras frutas como las manzanas) liberan etileno, un gas que acelera la maduración de las frutas cercanas. Resultado: tus naranjas maduran más rápido y duran menos.
La mejor opción es mantenerlas en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa del sol. Una despensa o una encimera que no reciba calor directo es perfecta.
3. ¿Frigorífico? Sí, pero con cuidado
Vale, aquí viene la gran pregunta: ¿las naranjas van en la nevera o no? La respuesta es… depende. Si sabes que las vas a consumir en pocos días, déjalas fuera (recuerda: en un lugar fresco y seco). Pero si has comprado una gran cantidad y quieres que duren más, el frigorífico será tu mejor aliado.
Colócalas en el cajón de las frutas, preferiblemente dentro de una bolsa de papel o de malla. Esto ayuda a evitar la acumulación de humedad, que puede hacer que se estropeen más rápido.
OJO: No las metas en bolsas de plástico cerradas, porque eso las hará sudar y generar moho. ¡Y nadie quiere una naranja podrida!
4. Evita la humedad a toda costa
Hablando de moho, este es el enemigo número uno de tus naranjas. Para mantenerlas en buen estado, asegúrate de que estén completamente secas antes de guardarlas. Si por algún motivo se mojan (por ejemplo, porque las lavaste todas de golpe), sécalas con un paño limpio antes de guardarlas.
Si notas que alguna empieza a ponerse blanda o con manchas sospechosas, retírala enseguida para que no contagie al resto. Sí, las naranjas tienen su propia versión del "mal amigo" que arrastra a los demás. 😅
5. Consúmelas rápido si están muy maduras
Aunque las naranjas son campeonas de la duración entre las frutas frescas, no son inmortales. Si ves que están empezando a ponerse un poco blandas, no las dejes morir en el olvido del frutero. Haz un zumo, una mermelada casera o úsala en una receta. ¡Cualquier excusa es buena para disfrutarlas!
6. Compra naranjas en su mejor momento
¿Sabías que las naranjas tienen su temporada estrella? En nuestro caso, las naranjas Navelinas están en su punto de máxima frescura en invierno, así que aprovecha para comprarlas directamente del agricultor (como nosotros, ejem 😏). Las naranjas recogidas días antes de su envío no solo duran más, sino que mantienen todo su sabor y jugo.
Conclusión: Las naranjas felices son naranjas bien cuidadas
No hace falta ser un experto en almacenamiento para disfrutar de naranjas frescas por más tiempo. Solo recuerda estos pasos: escoge bien, guárdalas en un lugar fresco, evita la humedad y dales cariño cuando más lo necesiten.
Y si te preguntas dónde conseguir naranjas de calidad que duren lo que tienen que durar (y además saben a gloria), ya sabes dónde encontrarnos: NaturViu. 😉