¿Cómo saber si una naranja está en su punto perfecto de maduración?

¿Cómo saber si una naranja está en su punto perfecto de maduración?

Marc Frances

¡A quién no le ha pasado! Vas a la frutería, eliges una naranja que parece salida de un anuncio de televisión, brillante y perfecta, pero al pelarla… ¡sorpresa! Está más ácida que un chiste malo. 😖 No te preocupes, porque hoy te voy a contar los secretos para saber si una naranja está lista para ser la estrella de tu desayuno, zumo o merienda.

Y lo mejor de todo: no necesitas ser un experto ni tener poderes mágicos. Solo un poquito de atención, un par de trucos y tu buen instinto.

1. El color: ¿Más naranja, más madura? Pues no siempre…

Primera lección: el color de la piel no siempre te dice la verdad. Sí, ya sé que suena raro, pero resulta que una naranja puede ser de un naranja intenso y estar todavía un poco verde por dentro. ¿Cómo es posible? Bueno, a veces el frío hace que la piel se coloree antes de que la fruta esté completamente madura.

Entonces, ¿qué hacemos? Aquí entra el truco del agricultor: fíjate en la uniformidad del color. Si la naranja tiene zonas verdes cerca del tallo o parece un poquito apagada, probablemente le falta un pelín de tiempo. Pero si el color es uniforme y vivo, es una muy buena señal.

Una naranja completa y otra partida por la mitad

2. El peso: más pesada, más jugosa

Esto es como con las maletas: cuanto más pesa, más contiene. En este caso, más jugo. Si tienes dos naranjas del mismo tamaño, elige la más pesada, porque eso significa que está bien llena de ese zumo tan delicioso que te hace salivar solo de pensarlo.

Un consejo: intenta no ir probando a lanzar naranjas en la frutería como si fueran pelotas. 🤭 El truco es sostenerlas con cuidado, comparar y dejar que el peso te guíe.

3. El tacto: ni piedra ni esponja

Aquí es donde tus dedos hacen su magia. Una naranja perfecta debe estar firme, pero no tan dura que parezca que podrías usarla como arma de guerra.

Presiónala suavemente: si cede un poquito, es buena señal. Pero si está demasiado blanda, probablemente ya haya pasado su mejor momento. Y si está dura como una roca, no cuentes con que sea la naranja de tus sueños.

4. El aroma: confía en tu nariz

¿Alguna vez has notado ese aroma a cítrico que huele de maravilla ? Pues eso es lo que buscas. Una naranja madura huele… ¡a naranja! Así de sencillo.

Acércala a tu nariz y respira profundamente (sí, puedes parecer raro, pero lo agradecerás después). Si no huele a nada o tiene un aroma extraño, busca otra. Las buenas naranjas tienen un perfume natural irresistible.

Una jarra y un vaso con zumo de naranja

5. Si puedes, pregunta por su origen

Aquí va el mejor consejo de todos: elige naranjas que no hayan pasado media vida viajando en un barco o almacenadas en cámaras frigoríficas. Las mejores son las que vienen directas del árbol a tu mesa, como las que vendemos aquí en NaturViu.

Cuando una naranja ha sido recogida en su punto exacto de maduración, no necesita ceras ni conservantes para brillar. Y eso, amigo mío, lo notarás en el sabor.

Foto de una rama con naranjas hecha desde el lado de la rama

6. ¡El truco definitivo! Hazle “la prueba de la sonrisa”

Este es mi favorito: pela la naranja y prueba un gajo. Si al primer mordisco te saca una sonrisa, bingo, has encontrado la naranja perfecta. No hay ciencia más exacta que la felicidad que produce el sabor de una fruta madura.

Un extra para los fans de los cítricos:

Si quieres asegurarte de que siempre disfrutas de las mejores naranjas, lo ideal es comprar directamente al agricultor. Nosotros, por ejemplo, recogemos las naranjas solo cuando están en su punto y te las enviamos fresquitas, sin pasar por intermediarios. ¿El resultado? Naranjas llenas de sabor, frescura y ese toque especial que solo se consigue cuando vienen directamente del campo.

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